Rincón Mental

"Un libro no es, en modo alguno, moral o inmoral. Los libros están bien o mal escritos. Esto es todo"

.- Oscar Wilde.

Aplíquese la ambigüedad de este artista, a la condición de mi retoño. Una vez lo dije, mi blog es como mi hijo; ese proyecto en vientre que algún día dará luz, literalmente. Lumbrera al mundo.

El artista no es jamás morboso o exhibicionista, porque en el arte de las letras, todo esto es la matriz. Vívase conforme a lo escrito, en pasado o futuro, será el núcleo de todo buen trabajo.

Por lo mismo, y en regla casi común, la Obra es al Artista, como el Artista es a la Obra. Siendo el resultado parte del mismo autor, tan suya, tan propia, inherente.

El artista corre el riesgo, mas la exposición provoca el parto; sin esta dual conexión, la obra no sería arte.

.- Daniel Acuña.

Advertencia

Basilio Hallward se refería a mi blog cuando se paró frente a lord Henry. "Dorian Gray es mi más querido amigo. Es de un carácter bueno y sencillo. Su tía tenía razón, no lo eche usted a perder. No intente influir en él. Su influencia le sería perniciosa. El mundo es amplio y no falta en él gente deslumbrante. No me arrebate usted la única persona que da a mi arte el encanto que pueda poseer; mi vida como artista depende de él". Cuidado, lector, confío en Usted. Dorian Gray es mi blog, y si Wilde lo tenía claro, no hay razón porqué no vaya usted de entender.

"...vocablos amados... brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío...Persigo algunas palabras... Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema... Las agarro al vuelo, cuando van zumbando y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas... Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto..."

Neruda (Las Palabras)

Mi yo.

Actúo, luego pienso. Yo, un joven con solo diecisiete años de vida; despierto a la hora, y aún así, me visto apurado, casi corro por las cuadras; vivo mi vida a veces más rápido que otros. Vitaminas en la mañana, relajante muscular al acostarme; tal vez es porque soy muy tensional, no lo sé. Pero responsable, eso sí que sí; me ocupo de mis tareas y labores, tanto académicas como éticas, y por supuestos las ligadas a mi creencia. Alegre también, a veces al punto de irónico, pero siempre con una sonrisa explicándolo todo. Unos ojos intensos, o eso quisiera, a veces se pierden entre las nubes. Puedo llegar a dimensiones desconocidas, conversar con seres intergalácticos e inventarme mil aventuras; que soy agente encubierto, un detective, un espía, un gran químico, un profeta de los últimos tiempos, la lista es interminable. Nadie sabe lo que hay detrás de esos lentes, detrás de ese bajo niño crespo. Soy así, pequeño, pero con largos dedos (excelentes para el piano), nariz pequeña, ojos cafés, largas pestañas y orejas perfectas, piernas cortas, tez clara, pies más grandes incluso que los de mi padre. A pesar de todo, no creo ser lo que los sentidos perciben, dentro de mí hay otra parte mejor, sé que es mi espíritu, este se alimenta de una fuerza mucho mayor que cualquier cosa natural, pero a fin de cuentas, igual se aprecia por todo el mundo. Es como un “ángel” en cierta gente, haciéndola distinta. Pero si quiero ser más certero, aquí está Daniel, dani: juicio, el: divinidad; Juicio de Dios. Ése es mi nombre, ése soy yo.

(Año 2009)

Mi otro yo.

Despertó un jueves diecinueve en un cuerpo desconocido, se apoderó de las ruinas de un Imperio en decadencia y tomó el bando. Construyó una nación, ató la vida a sus propias reglas y simuló obedecerlas a plenitud. Se duerme a ratos, en aprobación del Senado permanece fuera por máximo rango de 30 días. No resiste a los gritos de mi dolor, incapaz de soportar la calidez de la cruda verdad. Dijéranme es la careta. Respondido como protección. Sanciónale con criterio y prejuicio, fuiste víctima de un falso acreedor.

Bailó al compás de los recuerdos, siendo la manipulación su arma secreta. No llora, no siente, no ríe, sus alegrías son burlonas y simplistas. La sonrisa es arma de seducción. Cautiva a los débiles para extraer la poca vida de sus corazones. Duro, carcajadas, actúa, ríe, miente. El otro es por quien dejé al amor de mi vida, es ése que me engañó ofreciendo oro, que a la larga, sólo era ilusión.

(Año 2010)

Todo cambia.

Un grueso marco envuelve mi alma. Mis ojos se ven pequeños entre tanto aumento. Del fondo de los colores oscuros que alguna vez desee esconder, emana un olor a triunfo. La mirada se fija en el horizonte lejano, disfruta el enfoque cercano, pero se deleita de los sueños al otro lado del mar. Los vive en las noches y al meditar, hace de ellos su meta. La vida se ha tornado un juego de éxitos y pretensiones, no absurdas, en ningún sentido. Influencia, liderazgo, contracultura, reforma, revolución. Una hoja vuela de mis manos, está escrita completamente, por ambas partes. Se transforma en un pájaro que ahora vuela por los aires, atraviesa el atlántico y se posa sobre mi otro yo, ése que bebe una taza de té en Inglaterra. Cuando parece que el Aliento de León se acabara, entonces mi yo renovado vestido de frac caqui le sopla al otro continente; y choca en el aire con cámaras invisibles que animan las letras, las sacan del papel, vuelven vida mi obra maestra. Ahora estoy sentado junto a los grandes artistas que todos admiran, a pesar de saber que ninguno sea trascendental. No tanto como los hijos. Play. La función comienza, el telón se sube, la luz comienza en la pelicula mientras el público ovaciona las sensaciones. El protagonista sale de la pantalla, se pega a mi asiento y se adhiere a mi alma, juntos danzamos en frente de los espectadores, dignos de una premiere. Allí morimos, en la cima de nuestros deseos, en el clímax de la vida. No hay cuerpo que retrate mi ser, debo calcar lo que realmente soy, un atado de imaginería desplegada al futuro infinito. Fantasía que algún día se tornará realidad.

(Año 2011)

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Mi otro yo.

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